“¡Qué bonito!, han trabajado con amor… Estoy muy agradecida por lo que tuve y lo que voy a tener… a veces pensaba, algún día tendré una casita blanca, ahora la tendré para el Día de la Madre, Navidad y Año Nuevo; es un regalito nuevo”.

Así entre lágrimas y emocionada, agradecía la señora Olivia De Gracia, de 77 años, el apoyo brindado por el Ministerio de Vivienda y Ordenamiento (Miviot), que construye una casa nueva y segura, donde pasará mejores días junto a su esposo Rafael García, un jubilado profesor de música de 83 años.

Luego de conocido su caso en una televisora local, donde se presentaban las malas condiciones de su hogar, por instrucciones de la ministra Inés Samudio, personal de la entidad se trasladó a la comunidad de Lucha Franco Sur, en el corregimiento de Las Cumbres, en Panamá Norte, para darles la noticia de que se les ayudaría con una solución habitacional. 

De hecho, los trabajadores empezaron inmediatamente este martes a edificar la casa, porque la pareja de adultos mayores se mojaba con los aguaceros y temían que la estructura les pudiera causar un daño.

“Compraba plástico para forrar la cama para que no se me mojara… ya no podíamos por la edad cubrir algunos huecos”, narraba la señora Olivia, una capitalina estilista, quien observaba cómo las cuadrillas del Miviot, apoyados por la Junta Comunal, Senafront y algunos voluntarios, subían los materiales para levantar la vivienda en una loma donde habitaba desde hace 16 años. Se han recibido donaciones privadas.

Contó que compró la residencia bastante deteriorada, pero lo hizo porque la apartaba del humo de los vehículos y el bullicio que la atormentó por 35 años en el céntrico barrio de Vista Hermosa, por lo que al jubilarse buscó algo más tranquilo y rodeada de árboles.

Erick Echeverría, encargado de las labores constructivas, explicó que la cuadrilla compuesta de albañiles, ayudantes, reforzadores y soldadores, construirán una vivienda de dos recámaras, sala, cocina y baño, además harán un muro de contención y mejorarán la escalera para que la pareja de adultos mayores no sufra un accidente.

Mientras la nueva vivienda se edifica, la pareja de adultos mayores descansa en un hotel de la localidad, sufragado por el Miviot. Los beneficiarios son atendidos por el equipo de Desarrollo Social del Miviot, que está al tanto de su traslado y necesidades.