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Plan de Desarrollo Urbano de las Areas Metropolitanas del Pacífico y del Atlántico/ VOLUMEN II | ||||||||
15.3 Monitoreo y Evaluación Con el fin de determinar si (y en qué grado) las metas y objetivos del Plan están cumpliéndose, y de definir la necesidad -con base en condiciones cambiantes- de hacer modificaciones al Plan a través del tiempo, debe establecerse un proceso de monitoreo y evaluación permanente.
El Plan representa una compleja mezcla de intereses de los sectores públicos y privados. Estos intereses estarán constantemente sujetos a cambios durante el período de vigencia del Plan, lo que se constituye en un reto más para su éxito. Será responsabilidad de la autoridad planificadora establecer su capacidad interna para monitorear y evaluar aquellos resultados del Plan que estén dentro de su jurisdicción, así como procesar y utilizar los insumos provenientes de otros organismos gubernamentales y de iniciativas del sector privado que tengan algún impacto sobre la estructura y el funcionamiento de las áreas metropolitanas de Panamá y Colón. Se propone aquí que este proceso de monitoreo y evaluación tenga tres programas separados, pero interrelacionados: (1) Una Revisión
General del Plan, que ocurra cada tres años como mínimo
y cada cinco como máximo. (1) La Revisión de 3 a 5 años y la Actualización del Plan Se propone que la primera actualización del Plan tenga lugar tras la publicación de los resultados del Censo del año 2000. Más adelante, las actualizaciones se llevarían a cabo con base en los resultados de los Censos de los años 2010 y 2020 y durante los períodos intercensales, en los años 2005 y 2015. Estas revisiones no involucrarían el tiempo, esfuerzo y costo del actual proceso de planificación metropolitana -a menos que se den cambios radicales en las metas, objetivos y/o políticas nacionales- pero sí un temprano compromiso presupuestario para suplir el personal y los fondos necesarios. Además de los cambios en las metas y objetivos del Plan que pudieran provenir de políticas o aspiraciones nacionales cambiantes, la logística del Plan también puede resultar modificada por una reorganización de las estructuras ejecutivas y de toma de decisiones, tales como una mayor facultad a los municipios para participar en el proceso de planificación. Los criterios para modificar el Plan dependerán de una serie de indicadores sociales y funcionales. Estos indicadores serán los mismos usados para determinar los avances que se incluirán en el proceso de revisión e informes anuales (descrito más adelante). (2) El Proceso de Revisión e Informe Anual El monitoreo anual del avance del Plan, necesario para mantener su ímpetu y sostenibilidad, deberá incluir registros de:
Cualquier evaluación del avance debe realizarse a tiempo para tomar, las medidas necesarias para la revisión del financiamiento o para identificar cualquier necesidad que deba ser incluida en el proceso presupuestario anual del departamento. Esta será la base más vital para decidir las acciones a tomar, con el fin de lograr mejoras en las áreas metropolitanas, y deberá constituirse en una tarea de rutina en el programa de trabajo de la autoridad planificadora. Los insumos para esta revisión y su informe resultante provendrán de las actividades de monitoreo cotidiano descritas en páginas amarillas. Dependiendo del despliegue de estructuras de planificación y de personal del MIVI, así como de las provisiones de financiamiento, el trabajo de evaluación para este informe podría ser realizado internamente por el MIVI, o bien por consultores u organizaciones de investigación externas que, bajo la supervisión del MIVI, contribuyan en áreas técnicas y geográficas específicas. La definición exacta de indicadores sociales y funcionales necesarios para evaluar el desempeño a nivel metropolitano resulta, dado el clima de crecimiento y cambio dinámico que se predice para Panamá, extremadamente difícil de determinar. Por este motivo, dicha definición deberá ser establecida por el MIVI y mejorada con el tiempo y la creciente experiencia. Los indicadores representan unidades normativas de medida, que se usarán para describir los aspectos relativamente intangibles subyacentes a los objetivos del Plan Metropolitano -tales como acceso a las oportunidades, elección de vivienda, y preferencia y mejoras en la calidad de vida- en términos de valores cuantitativos y cualitativos más directos. En algunos casos, las estadísticas suministradas por el Censo y otras fuentes nacionales y locales pueden servir como indicadores cuantitativos. En otros casos, se hará necesario encargar encuestas o investigaciones especiales para determinar la base de cálculo del crecimiento y del cambio. Con el fin de monitorear y evaluar las tendencias de distribución y las variaciones locacionales, y de poder rastrear los cambios en el comportamiento social y espacial de la población en las áreas metropolitanas, será necesario registrar y documentar estos factores por grupo socioeconómico, edad, sexo y otras características poblacionales. Además, para comprender los cambios que ocurren a nivel de los diferentes sectores de las áreas metropolitanas, estos se deberán consignar por localidad. El sistema SIG, operado por el MIVI, será una herramienta efectiva para documentar el crecimiento y el cambio y para actualizar la información. Se necesitarán registros periódicos del efecto de estos indicadores para poder establecer tendencias sociales, económicas o físicas más amplias y relacionarlas con los objetivos de planificación en su contexto espacial. A continuación se presenta una lista de indicadores clave que han de registrarse anualmente: Ver Informaciones Básicas por (por corregimiento, Sector y Nodo)
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