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Plan de Desarrollo Urbano de las Areas Metropolitanas del Pacífico y del Atlántico/ VOLUMEN II
 
PARTE - II PLAN DE DESARROLLO URBANO

15.2.6 Cuenca Hidrográfica del Canal

Programa de Conservación de los Recursos Naturales de la Cuenca Hidrográfica del Canal.

El ecosistema estratégico de mayor importancia para la economía de la República de Panamá es el que da sustentabilidad al Canal Interoceánico. Alrededor del 75% del PIB y de las exportaciones del país están en una forma u otra conectadas a la presencia del Canal y el tránsito de barcos. La presencia del Canal y sus embalses asociados ha facilitado también el abastecimiento confiable de agua potable a los centros urbanos ubicados en las vecindades del Canal, específicamente Panamá y Colón, donde se desarrolla la mayor parte de esta importante actividad comercial y de servicios. Dentro del área metropolitana, la cuenca hidrográfica del río Chagres está directamente ligada a la estabilidad hidráulica del Canal. Esta relación conlleva a que la preservación de la cuenca del río Chagres sea la base del programa de conservación de recursos naturales en la Zona Metropolitana.

La urbanización en el área de Chilibre y en la zona de la Carretera Transístmica en la cuenca del río Chagres, está asociada con la generación de desechos sólidos y líquidos que son transportados a los cuerpos de agua que conforman el Canal. Tanto las aguas servidas como los desechos sólidos descargados en la cuenca del río Chagres tienen como destino el Canal y el Lago Gatún. A la contaminación orgánica se adiciona la contaminación de sólidos suspendidos, provenientes de la mina de extracción de material de construcción, que se encuentra inmediatamente aguas abajo del puente de Madden. El aporte de nutrientes contaminantes también contribuye a establecer procesos de eutroficación caracterizados por excesivo crecimiento de malezas como el "jacinto de agua" (Eichhornia crassipes), y la hidrila (Hydrilla verticilata).

Durante los estudios efectuados por la ARI (1997) para preparar los Planes Regional y General, se estimó el efecto de la cobertura forestal sobre la capacidad de embalses en el ecosistema que conforma el Canal Interoceánico. Para ello, se compararon los patrones de descarga de dos ríos, uno con buena cobertura forestal (el río Pequení con 87% de cobertura forestal), y otro con cobertura forestal pobre (río Trinidad con 12% de cobertura forestal). La comparación de los patrones de descarga en los dos ríos llevó a estimar un volumen adicional de agua almacenada en los suelos que es del orden de 330 millones de metros cúbicos, para una diferencia de cobertura del 75%. La diferencia en cobertura forestal de microcuencas lleva a estimar un promedio de almacenamiento incremental del orden de 1,500 metros cúbicos por hectárea, en zonas del área metropolitana con cobertura forestal. La cobertura vegetal también previene los procesos erosivos y el aumento en la carga y en el transporte de sedimentos. En el contexto de la operación del Canal y del abastecimiento de agua potable para el área metropolitana, esto significa costos incrementales significativos y disminución en la confiabilidad del sistema de transporte de carga.

De acuerdo con el Estudio de Alternativas al Canal de Panamá, la alternativa de un tercer juego de esclusas crea la necesidad potencial de aumentar el agua disponible mediante la recirculación del agua desde las esclusas. Por esta razón, se requiere un mayor volumen de agua y tendrán que adaptarse fuertes medidas para la conservación de la Cuenca.

Para enfrentar la problemática identificada con la sustentabilidad del Canal y de los cuerpos de agua que lo conforman, se propone un programa de conservación de recursos naturales renovables que da énfasis a la protección de la cuenca del río Chagres. Como parte del programa de conservación de recursos naturales se incluyen acciones complementarias a las políticas de control del crecimiento urbano. Dentro de las franjas de tierra que se recomienda establecer como cinturones verdes, la prioritaria para garantizar la sustentabilidad de la cuenca del Canal, corresponde a los corredores biológicos que unen el Parque Nacional de Chagres y el Parque Nacional Soberanía, a través de la divisoria de las microcuencas, así como a través de la zona de ronda del río Chagres. Debido a la importancia de esta zona como barrera para el control de los procesos de urbanización sobre el eje transístmico, se recomienda la incorporación de estos corredores dentro del sistema nacional de áreas protegidas y corredores biológicos. La transformación de la ronda del río Chagres en corredor significaría suspender la explotación de materiales de arrastre del río, inmediatamente hacia abajo del puente Madden._arriba

La participación del INRENARE como administrador de este corredor, debería permitir el control del desarrollo urbano en los diferentes sitios que conforman la cuenca hidrográfica. El MIVI y la alcaldía de Panamá, de manera concertada, han de prohibir de manera estricta la expedición de permisos de construcción de cualquier especie en la cuenca. Esto incluye permisos para ampliar las viviendas, el comercio o la industria establecida en la zona. Una coordinación estrecha deberá existir entre el MIVI y el INRENARE con la Autoridad del Canal, a la cual, según la Ley 19 de junio de 1997, le corresponde la administración, mantenimiento, uso y conservación de los recursos hídricos de la cuenca hidrográfica del Canal.

La conservación de la cuenca del río Chagres permite también aprovechar el potencial para desarrollar una importante actividad económica en torno al turismo ecológico, que representa la actividad económica más compatible con la protección hidrológica de la cuenca. La prioridad de conservación del ecosistema que sustenta el Canal Interoceánico quedó establecida tanto en el Plan Regional para el Desarrollo de la Región Interoceánica, como en el Plan General de Usos del Suelo del Área del Canal, que fueron preparados por encargo y bajo la supervisión de la ARI.

La adición al sistema de áreas protegidas del corredor, conformado por la divisoria hidrográfica de la cuenca del río Chagres con los parques Soberanía y Chagres, permitirá por una parte restringir el crecimiento urbano en el Corredor Transístmico, ordenando la actividad urbana que ya existe, y enfatizaría la prevención de alteraciones al ciclo hidrológico y el deterioro de la calidad del agua en los lagos Gatún y Alajuela, y en general en los cuerpos de agua que conforman el Canal Interoceánico.

Esta propuesta es consistente con la primera fase del proyecto "Sistema Regional Mesoamericano de Áreas Protegidas, Zonas de Amortiguamiento y Corredores Biológicos", el cual responde a una iniciativa de los presidentes de los países de América Central en el marco de la puesta en marcha de la Alianza para el Desarrollo Sostenible y cuyo mandato de ejecución fue asignado a la Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo, mediante financiación del PNUD/GEF. Este estudio propuso un nuevo Sistema Nacional de Áreas Protegidas, que determinó la extensión territorial que deben ocupar estas áreas, con el fin de garantizar el mayor grado de conservación de la biodiversidad del Istmo de Panamá, de manera compatible con otras necesidades y actividades productivas del país. Dentro de las áreas protegidas propuestas se encuentra el Corredor Biológico del Chagres, el cual establece como tal la región del bosque galería del río Chagres, desde el área de la Represa de Madden o Alajuela, en el límite suroeste del Parque Nacional Chagres, bajando por el curso del río hasta llegar a los límites del Parque Nacional Soberanía, a la altura de Santa Rosa.

Se recomienda al MIVI participar activamente en la segunda fase del proyecto "Sistema Regional Mesoamericano de Áreas Protegidas, Zonas de Amortiguamiento y Corredores Biológicos", el cual vendría a garantizar la operatividad y la eficiencia del nuevo Sistema Nacional de Áreas Protegidas y Corredores Biológicos, como parte de los mecanismos para conservar la biodiversidad y evitar el desarrollo urbano a lo largo del Corredor Transístmico.

El MIVI debería complementar esta participación apoyando un proceso de la planificación detallada del corredor biológico en mención. Este apoyo deberá incluir el ámbito de acción y demás acciones conducentes a la práctica de la gestión ambiental en dicha zona de transición.

Hasta que se toma alguna decisión sobre la futura área protegida, el MIVI debería emprender toda acción posible para limitar nuevos desarrollos urbanos en la cuenca.

De manera complementaria, se debe establecer en el corto plazo una planta de tratamiento terciario para tratar las aguas residuales de la zona urbana localizada en la cuenca del río Chagres. El costo de esta planta, incluyendo su operación y mantenimiento, podría cobrarse a quienes descargan las aguas residuales. En términos de los desechos sólidos, el problema de la recolección y la disposición final se deben complementar con multas aquellos que permitan el vertimiento de basuras a los cuerpos de agua.

Para iniciar el procesos de recuperación de zonas intervenidas dentro de la cuenca, se recomienda el desarrollo de programas de reforestación con especies nativas, de manera tal que se recupere por lo menos el bosque terciario y, de ser factibles, los bosques secundarios y primarios.

El potencial turístico en áreas naturales localizadas en la zona metropolitana es muy alto. De conformidad con los análisis y propuestas que en materia de turismo realizan los Planes General y Regional, se recomienda la promoción de programas de turismo ecológico en la zona metropolitana, particularmente en la cuenca del río Chagres. La adecuación y el uso de áreas naturales dentro del área metropolitana puede dirigirse a aumentar el turismo nacional e internacional. La adecuación de caminos peatonales y programas de educación ambiental e información ecológica en parques como el Metropolitano o el Soberanía, debe dirigirse a permitir el flujo masivo de panameños y turistas extranjeros interesados en conocer los hábitats tropicales. El diseño e instalación de caminos peatonales y ciclovías en las zonas correspondiente a las rondas de los ríos y en zonas con recursos paisajísticos valiosos al interior de los parques Metropolitano, Camino de Cruces y Soberanía, así como en los corredores que comunican estos parques con el Parque del Río Chagres, contribuirían a aumentar el turismo nacional e internacional en las áreas naturales metropolitanas.

 
Consorcio D&M/HLM/WRT/YEC/PW
Informe Final del Plan Metropolitano
22 de diciembre de 1997
"Plan de Desarrollo Urbano de las Áreas Metropolitanas del Pacífico y del Atlántico"
Ministerio de Vivienda - República de Panamá