16.0 CONCLUSIONES

Dada la magnitud y complejidad de las estructuras urbanas, y de la gran diversidad de intereses conflictivos que influyen sobre su desarrollo y evolución, el hecho de lograr mejorías y cambios substanciales por medio de un instrumento de planificación urbana a largo plazo representa un desafío formidable.

En el caso de las Áreas Metropolitanas del Pacífico y del Atlántico existen dos condiciones predeterminadas:

- La ausencia de un precedente de conceptos en el país o gestión de planificación a nivel metropolitano.
- Las tendencias históricas y actuales de desarrollo urbano han sido y siguen siendo determinadas por iniciativas del sector privado bajo una economía y proceso de gestión inmobiliaria orientada el ejercicio del libre mercado, fenómeno que los Términos de Referencia del estudio obligan a respetar.

La única forma de superar estos antecedentes y manejar estas tendencias en pos de una substancial mejoría en la calidad de vida para toda la ciudadanía, es por medio de un compromiso real y sostenido por parte del Gobierno Nacional, los organismos de administración local (distritos y corregimientos), y el mismo público, hacia un futuro distinto. La razón que fundamenta tal compromiso es la naturaleza misma del reto bajo consideración, el que requiere de un arduo proceso de gestiones administrativas, financieras y comunitarias, que sólo habrá de dar frutos mediante el estímulo de un conjunto de acciones. Detrás de este proceso debe existir, forzosamente, una voluntad política dispuesta a gerenciar y financiar la implementación intersectorial de los Planes con suficiente visión y transparencia como para admitir los ineludibles cambios sociales y económicos que las Áreas Metropolitanos experimentarán durante las próximas décadas -- cosa que hasta en los países más avanzados resulta difícil.

Es ante esta realidad que los planteamientos estratégicos de los Planes Metropolitanos se han enfocado sobre la idea de proponer el grado mínimo de intervención necesario para conseguir las metas, objetivos y políticas aceptadas por el MIVI.

Como se ha delineado anteriormente, la mayoría de estas metas, objetivos y políticas pueden categorizarse bajo los titulares de CONTENCIÓN Y DESCENTRALIZACIÓN: la contención del histórico y tendencial crecimiento anárquico a través de la gerencia y gestión del futuro desarrollo urbano (especialmente en la Cuenca del Canal de Panamá); y la descentralización de los centros de empleo y actividad económica mediante una estructura urbana multinodal.

Este proceso de estudio concluye en que, bajo estos dos conceptos globales, se puede lograr paulatinamente las metas trazadas en el horizonte de planificación (año 2020). Dado al clima de profundos cambios económicos, sin embargo, el éxito de los Planes dependerá de:

1. La voluntad política a nivel de Estado para apoyar, promover y ejecutar el Plan Metropolitano del Pacífico y del Atlántico.

2. La aceptación por parte del sector público para participar activa y decisivamente en el proceso de desarrollo urbano, con el tácito propósito de promover el bien común;

3. La pronta y efectiva divulgación y promoción de los Planes Metropolitanos, de tal modo que se consiga el sostenido apoyo del sector público y del privado, para alcanzar las metas, objetivos y políticas trazadas;

4. La aprobación de los Planes como un instrumento legal que propicie y facilite el manejo de las fuerzas y recursos que impulsan el desarrollo urbano en las Áreas Metropolitanas

5.- La reestructuración de las instituciones y organismos gubernamentales, según se propone en los Planes, con el objeto de comenzar de inmediato a refinar y a definir sectorialmente los planes propuestos. Se establecerá, al mismo tiempo, las bases para una estrecha y efectiva coordinación entre todas las agencias que deben participar en su implementación.

Consorcio D&M/HLM/WRT/YEC/PW Informe Final del Plan Metropolitano 22 de diciembre de 1997"Plan de Desarrollo Urbano de las Áreas Metropolitanas del Pacífico y del Atlántico" Ministerio de Vivienda - República de Panamá