Panamá, 18 de septiembre de 2020. Tres familias de la provincia de Veraguas con pobreza, pobreza extrema y con algún miembro que tiene discapacidad, recibieron las llaves de sus nuevas soluciones habitacionales, totalmente amobladas.

Estas familias, que han perdido seres queridos y tienen adultos mayores en su cuadro familiar, pertenecen a zonas rurales de los distritos de Atalaya, Las Palmas y Soná.

El presidente de la República, Laurentino Cortizo Cohen, en una gira por la provincia junto al ministro de Vivienda y Ordenamiento Territorial (Miviot), Rogelio Paredes,  entregó una unidad básica, para garantizar una mejor calidad de vida a sus beneficiarios.

Cortizo Cohen entregó las llaves a Cleotilde Arraste, de 49 años, a quien se le construyó una residencia luego que sus padres le cedieran un lote en la Barrida Villa Nazareth, en el corregimiento de San Antonio, en Atalaya.

Arraste vivía agregada con su madre Paula González de Arraste y su esposo Armando Watson, quien falleció recientemente a causa de un tumor en la cabeza que no pudo ser extraído.

La adulta, viuda y trabajadora del hogar, ahora dispone de un nuevo techo que compartirá con sus dos hijos Alexis Ábrego, de 15 años y Engello Watson, de 12 años.

Igualmente, el Miviot edificó en la comunidad de El Tejar, en Las Palmas, la casa de Sabina Censión, de 84 años, quien vive con su hijo Jorge Morales, de 58 años, quien tiene discapacidad visual total y utiliza un bastón para desplazarse.

Esta familia ocupaba una residencia construida de bambú,  techo de zinc y piso de tierra, además no contaba con energía eléctrica ni baño higiénico.

Los únicos ingresos de estas personas los reciben de la ayuda gubernamental de los programas Ángel Guardián y 120 a los 65, que les sirve para costear parte de los gastos del hogar.

Las nuevas estructuras serán disfrutadas también por sus pequeños bisnietos que a veces se quedan a acompañarlos.

En Soná, Ilda Rodríguez, de 86 años, residente en la comunidad de El Zancudo, corregimiento de Trinchera, es otra favorecida, quien vive con sus dos hijos Ernesto Batista y Alitio Rodríguez, de 63 y 69 años, respectivamente, además de su nieto Abdiel Batista, de 31 años.

Esta familia fue captada por trabajadoras sociales del Miviot habitando en una casa levantada de paja, madera, techo de zinc y piso de tierra, donde los servicios básicos son nulos y el agua la tenían que cargar en tanques desde un pozo cercano.

La octogenaria, que sufre de los nervios, el pasado mes de julio fue afectada con quemaduras en su mano al intentar salvar algunos enseres de su morada, luego de un incendio que ocurrió al colocar velas a figuras religiosas.

Los tres varones se dedican a la siembra de legumbres y frutas como ñame, yuca, guineo y otoe, que venden para la subsistencia.

El ministro Paredes puntualizó que estos hogares son construidos en un área de 40.96 metros cuadrados y constan de dos recámaras, sala-comedor, lavandería, cocina, baño higiénico y un pequeño portal.

El Ministerio de Desarrollo Social, siguiendo el Plan Colmena del Buen Gobierno, se encargó de equipar las soluciones habitacionales con camas, juego de comedor, estufa, entre otros enseres.